La Porticada santanderina, tomada por jóvenes. / Foto: Daniel Pedriza

Más de un centenar de «descontentos» con la clase política» decidió a lo largo del día de hoy concentrarse en la santanderina Plaza Porticada e irrumpir en la campaña electoral para exigir «una democracia real ya». La mayoría se sumó por la tarde-noche a la convocatoria  que hizo, por medio de las redes sociales, una decena de ciudadanos anónimos que el lunes decidió acampar en esta misma plaza y secundar así las movilizaciones que se están sucediendo en diversos puntos de España.

A esta decena se sumaron esta tarde-noche otro centenar que, con su presencia, quiso apoyar su reivindicación,  porque según clamaban « ya está bien de tanto inmovilismo social y de que los gobernantes se preocupen tan poco de los problemas de los ciudadanos».

Aunque la mayoría se irá a su casa a dormir, una decena de ellos pasará la noche en la plaza en sacos de dormir y tumbonas y ahí seguirán, o eso aseguran, hasta la víspera de las elecciones.

Los organizadores de esta 'quedada' prefieren no dar sus nombres. Insisten en que son ciudadanos anónimos, que no representan a nadie y que son ajenos a cualquier formación política, si bien coinciden en los postulados de algunos colectivos como el movimiento ciudadano Estado del Malestar que, cada viernes, se concentra en este mismo enclave.

Según explicaron hay tres mótivos por los que merece la pena dormir al socaire: «buscar la regeneración política, acabar con el bipartidismo y, sobre todo, mejorar la situación socioeconómica».Como están convencidos que muchas personas piensan lo mismo han decidido invitar a todo aquel que desee unirse a su protesta y el primer día ya congregaron a un buen grupo. En un ambiente festivo, en el que no faltaron varias paródias sobre la vida parlamentaria, -aunque eso sí ellos prefieren llamarlo performance- despertaron la curiosidad de muchos paseantes que se acercó a escucharles y a  ver sus pancartas: 'No somos ni políticos ni sindicatos. Somos ciudadanos cabreados', '+ 4.900.000 parados y la cifra sigue subiendo' ó 'Democracia real. Deberíamos formar parte y votar las leyes, decretos y decisiones importantes', rezaba en algunas de ellas.