A fines de mes se cumple una década desde una de las mayores hazañas en la historia del deporte chileno, cuando el 'Chino' alcanzó el cetro como el mejor tenista del mundo, destronando al mítico Pete Sampras.

Prensatenis repasa ese momento que paralizó al país y movilizó a miles de personas para homenajear al héroe nacional, que dejaba puesto en lo más el nombre de Chile.

Por Rodrigo Villanueva

La tarde del 29 de marzo de 1998 fue diferente a cualquier otro día. A media tarde de esa jornada, un silencio sepulcral se apoderó de todo un largo y angosto país al extremo de Sudamérica llamado Chile, cuyos ciudadanos expectantes seguían atentos el desarrollo de un partido de tenis.

¿La razón?, simple. Un joven criollo, de sólo 23 años, con apenas cuatro años en el profesionalismo escribía con su raqueta uno de los capítulos más brillantes de la historia deportiva de su país.

Marcelo Andrés “Chino” Ríos Mayorga enfrentaba a André Agassi, uno de los mejores tenistas de los últimos tiempos en la final del Super 9 (actualmente Master Series) de Key Biscayne, en Miami (EEUU).

El partido era la culminación de un inicio de año espectacular en términos de rendimiento y resultados para el apodado “Zurdo de Vitacura”, quien se alzaba como el tenista de mejores resultados en los primeros meses de 1998, tras alzarse campeón de Auckland (Nueva Zelanda), llegar a la final del Abierto de Australia, y obtener el Super 9 de Indian Wells, California.

El encuentro tuvo de todo. Ríos comenzó ganando el primer set, logrando una ventaja de 3-0 sobre su rival, que posteriormente desaparecería, aunque finalmente lograría imponerse por 7-5 al 'Kid de Las Vegas'.

Lo que vino después tal vez fue –tal vez - la mejor exhibición de tenis del nacional en su carrera. Precisos saques, fuertes drives, además de angulados golpes de revés junto a excepcionales retornos a los saques del estadounidense, el 'Chino' doblegó a Agassi por 6-3 y 6-4, obteniendo el máximo galardón del torneo, alcanzando el puesto número 1 del tenis por primera vez para un latinoamericano y un chileno, alegría que demostró alzando sobre sus hombros a la bandera de la estrella solitaria, desatando la celebración en las calles de nuestro país.
Miles de personas llenaron los principales centros de reunión de cada ciudad, en caravanas sin fin, enarbolando banderas chilenas, cantando y haciendo sonar las bocinas. La consigna era una sola: el 'Chino', un chileno, era uno del mundo. ¿Qué Vilas?, ¿Qué Sampras?… tan sólo resonaba un grito: 'oe, oe, oeeee… Chinooo, Chinooo' hasta que las gargantas no dieran más.

A los días siguientes, Ríos arribó a Chile, donde fue recibido como héroe nacional. El zurdo fue recibido por el Presidente de la República en el palacio de La Moneda, desde donde saludó a cerca de 10.000 hinchas reunidos en las afueras del edificio, en su estilo, levantando su brazo desde la ventana del despacho presidencial.
La algarabía de esa recepción difícilmente será olvidada ni superada, teniendo como parangón solamente otra jornada del deporte blanco, la obtención de las medallas de oro en dobles por parte de otros dos tenistas criollos, Nicolás Massú y Fernando González, pero esa es harina e historia de otro costal.

EL LEGADO: 6 SEMANAS

Marcelo Ríos mantuvo la máxima colocación del ranking de tenis profesional del planeta por cuatro semanas, perdiendo el “top one” por no poder defender el título obtenido el año anterior en Montecarlo, tras sufrir una lesión jugando Copa Davis contra Hernán Gumy, en una ardua serie versus Argentina.
El ídolo de los chilenos retomaría su imponente ritmo de competición el 10 de agosto del mismo año, recuperando el tope del escalafón por otras dos semanas, tras registrar otra serie de notables actuaciones, registrando en su historial un total de seis semanas como líder de la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales).

Sin embargo, en la que es hasta el día de hoy la máxima crítica de sus críticos y detractores, Ríos mostró un bajón en su físico, resintiendo su tenis y ánimo, finalizando el año en la segunda plaza del ranking, detrás de Pete Sampras, quien –pese a la magnífica campaña del zurdo- logró acabar por sexto año consecutivo en el primer lugar de los listados.

En las temporadas posteriores, desde 1999 en adelante, “el Chino” no logró revalidar sus actuaciones, pese a mantener un nivel que lo mantuvo dentro de los primeros de la clasificación mundial, principalmente por una serie de lesiones, una rebelde pubalgia y problemas en la espalda, que finalmente incidieron en su temprano retiro del tour profesional en el año 2004 con la no despreciable cifra de 18 títulos y 13 finales ATP.
Pese a esto, en el 2006 el “primer latinoamericano en ser 1o del mundo” (como lo definió la revista Sports Illustrated en 1998) intentó volver al tenis profesional, ingresando a un exclusivo circuito de veteranos, aventura en que finalizó el año como senior número 1 del mundo, tras coronarse campeón en Doha, Hong Kong, Algarve, Graz, París y Eindhoven. Una vez más, el mejor de los mejores.

EL CAMINO AL OLIMPO

La ruta de Marcelo Ríos para llegar al máximo sitial del tenis internacional comenzó a la temprana edad de nueve años, cuando comenzó a practicar la disciplina. Sin embargo, fue en 1994 cuando el camino cimentado durante sus años de junior (donde, sí, también fue número uno del orbe) comenzó a concretarse.

Ríos, asistió al Grand Slam de Roland Garros de 1994 en calidad de invitado, debiendo enfrentar en segunda ronda – y con sólo 18 años- al número uno del tour, Pete Sampras, a quien dio dura lucha, inclinándose por un apretado 6-7, 6-7 y 4-6, llamando la atención del público y de los especialistas.

Así, en el siguiente año, 1995, tras lograr adaptarse al nuevo nivel de exigencia, donde tuvo que mejorar sustancialmente los niveles de concentración, además de someterse a extenuantes sesiones de preparación física a cargo de su PF, Manuel Astorga, comienzan a darse los primeros laureles.

El zurdo gana sus 3 primeros títulos ATP (Bolonia, Amsterdam y Kuala Lumpur) logrando terminar el año dentro de las mejores 25 raquetas del mundo, lo que le abrió el apetito por más.

En 1996, logra integrar el selecto listado de los TOP TEN (los 10 primeros del tour profesional), pese a sólo consagrarse campeón en la arcilla austríaca de Sankt Polten.

El 1997 enfrenta con renovada energía la temporada, obteniendo su primera final del torneo de Montecarlo, certamen donde derrotó a una galería de insignes jugadores de tierra batida como Andrea Gaudenzi, Albert Costa, Magnus Larsson y Carlos Moyá, apabullando en la final al español Álex Corretja por 6-4, 6-3 y 6-3, resultado que cimentaría la base a la temporada de 1998, la mejor de su vida.

MARCELO RÍOS HOY

El presente del 'Chino' está siempre ligado al tenis. Ríos ha realizado un par de partidos de exhibición, siendo el más bullado el desarrollado contra André Agassi en el Arena Santiago en el año pasado.

Asimismo, hoy asesora a la Unidad Técnica Nacional en su búsqueda de nuevos talentos de la especialidad, además de preparar su próximo partido de exhibición, el que se llevará a cabo el próximo 18 de mayo contra Pete Sampras, en un verdadero 'duelo de números 1'.

Frente a la cercanía del hito, 10 años desde su ascenso al primer lugar del ranking, Ríos comentó anteriormente a nuestro medio que "si los periodistas no lo mencionaran, no me acordaría que se cumplen diez años. Es algo pasado y no vivo de los recuerdos, he tratado de dejar mi vida atrás, y no son muchos los recuerdos e imágenes que tengo de cuando fui número uno".